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Educación y nuevas tecnologías

9 septiembre 2010

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El curso pasado pudimos comprobar que la jornada continua no tiene nada que ver con una mejora educativa para los alumnos, pero que este horario mejora considerablemente las condiciones laborales del profesorado. Cada año, muchos docentes dedican tiempo y esfuerzo para copiar los proyectos de jornada continua de otras escuelas y adaptarlos a su centro educativo, y luego intentan convencer a las familias de aprobar el cambio de jornada para mejorar su horario laboral.

Afortunadamente, mientras tanto, muchos otros docentes dedican este tiempo y este esfuerzo en experimentar nuevas líneas metodológicas, y exploran lo que les ofrecen las nuevas tecnologías para preparar materiales educativos gratuitos para sus alumnos.  Preparar contenidos y actividades didácticas representa muchísimo trabajo y, sin embargo, hay muchos docentes que se esfuerzan para generar contenidos propios y compartir conocimientos, docentes que crean blogs donde cuelgan enlaces de los temas que tratan con sus alumnos, sitios de interés, archivos en PDF, videos de YouTube, música de Spotify, etc…  Y todo este material, en pocos años será muchísimo mejor que los libros de texto digitales.

En definitiva, mientras unos docentes se esfuerzan para implantar un horario que no va a mejorar el aprendizaje de sus alumnos, pero sí sus condiciones laborales personales, hay muchos otros profesionales que se preocupan por mejorar sus prácticas docentes y los aprendizajes de sus alumnos, y usan las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) de manera muy eficiente y creativa, porque han entendido que internet es una herramienta fabulosa para enseñar y aprender.

En su excelente post “Carta a los editores de libros de texto”,  Jordi Adell Segura escribe:

El problema es que los docentes que quieren libros de texto digitales son precisamente los menos innovadores y los menos comprometidos con el aprendizaje de sus alumnos (esto levantará algunas ampollas, pero alguien tiene que decirlo). Eso los padres lo descubrirán pronto, si no lo han descubierto ya. Del mismo modo que los centros que se niegan a usar los portátiles deberán dar explicaciones a las AMPAS. Y las escuelas que se aferren a los libros de texto teniendo toda la Internet a su disposición, posiblemente tengan pronto mala fama.

 

Información relacionada: (última actualización: 04/12/10)

2 comentarios leave one →
  1. 13 septiembre 2010 11:18

    A ese comentario de Jordi Adell añadiría — humildemente, solo como padre — a los profesores cuya única guia valida de estudio son los textos tradicionales, caros, inútiles, anticuados.
    Hay centros en los que los profesores inician los textos de cada curso y los completan con los niños; que usan internet y otras fuentes, las — creo que ya mal llamadas — nuevas tecnologías — porque ya empiezan a tener poco de nuevas –.
    Donde prima el esfuerzo y el esfuerzo estimula la curiosidad, la inciativa…
    En cambio, esos textos, que incluso ya marcan la casilla donde hay que responder, anulan esas capacidades.
    Y en Infantil y Primaria, al ver los de mis hijas ¿cuantos de esos textos se podrían sustituir por un cuaderno y un lápiz — como se usaba antes — con mejor resultado?
    Creo que varios, pero claro, entonces las editoriales no nos sacarían la misma pasta.
    Y, lo peor de todo, con la complicidad de quienes los ponen como textos del curso …

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  1. Carta a los editores de libros de texto

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